Debajo de la piel: el futuro del estéreo para autos
En el mundo de la alta fidelidad, los altavoces electrostáticos han existido durante décadas y son buscados por su claridad y baja distorsión en comparación con los altavoces de cono convencionales. Ahora, Warwick Acoustics ha incorporado la tecnología en los paneles interiores de los automóviles, ahorrando así espacio, peso y consumo de energía.
Sus paneles electroacústicos están hechos, dice, completamente de materiales reciclados o reciclables y están libres de metales de tierras raras (en forma de, digamos, imanes de neodimio).
La tecnología básica del parlante electrostático se presta para incorporarse en paneles y superficies porque en lugar de basarse en conos voluminosos respaldados por imanes, toman la forma de láminas planas.
Un altavoz convencional consta de un cono unido a un transductor, un dispositivo que convierte la energía de una forma a otra, en este caso, electricidad en sonido.
El transductor es más comúnmente llamado controlador. Consiste en un imán permanente y una bobina móvil electromagnética llamada bobina de voz. Este se mueve cuando una señal eléctrica del amplificador pasa a través de él, y dado que el cono (correctamente llamado diafragma) está unido a él, también se mueve, empujando el aire circundante y produciendo así el sonido que escuchamos.
Es el imán permanente que puede fabricarse con metales de tierras raras para reducir el peso. También son más potentes que los imanes de hierro convencionales.
Un altavoz electrostático es bastante diferente. Imagina tres láminas delgadas que cuelgan una cerca de la otra, como un sándwich. La lámina central lleva una carga eléctrica y la señal del amplificador pasa a las láminas conductoras de electricidad que la flanquean (se denominan estatores porque permanecen estacionarios). En respuesta, la lámina central se mueve como el cono de un altavoz convencional y hace vibrar el aire, generando sonido.
En el caso de la solución para automóviles de Warwick Acoustics, la membrana móvil que hace el trabajo duro tiene un espesor de tan solo 0,015 mm, casi cinco veces más delgada que un cabello humano. Aquí es donde entra en juego una de las ventajas de un altavoz electrostático: tiene muy poca masa, lo que facilita su movimiento y responde instantáneamente a la señal del amplificador. Un altavoz de bobina móvil, por otro lado, tiene partes móviles relativamente pesadas, y moverlas implica superar la inercia.
Los paneles electroacústicos de Warwick Acoustics han estado en desarrollo durante 10 años y la tecnología que contienen se deriva de los transductores electrostáticos que la empresa desarrolló para sus auriculares. Los paneles consisten en transductores electroestáticos (EST) de Warwick Acoustics y un módulo de control electrónico especialmente diseñado. El EST se estira a través de espaciadores de celda abierta (panal), creando pequeños tambores individuales que transmiten el sonido. La forma, el tamaño y la distribución de las celdas influyen en la respuesta de frecuencia (la frecuencia del sonido, de graves a agudos) y la dirección en la que se dirige el sonido.